PERDIDOS EN SALIENCIA
Hola, mi nombre es Sara y nos han regalado a nuestra clase y a la otra, un viaje a Saliencia. Toda la clase estaba muy nerviosa porque marchábamos hoy. Cuando llegó el autobús para llevarnos a Saliencia todos empezamos a gritar como locos. El viaje fue largo. Cuando llegamos a Saliencia nos llevaron a la ruta de la mesa. Paramos en un hayedo muy grande y nos dispersamos. Cuando miramos atrás nos habíamos dado cuenta de que nos habíamos perdido en aquel hayedo tan grande como un rascacielos.
-¡Que miedo!-Exclamó Carla temblando.
Entonces yo les dije a las dos clases:
- ¡Vamos a caminar, igual encontramos a alguien que nos ayude!-
Algunos niños decían que iba a ser una aventura, pero Carla, Elena, Loreto, Alba y yo temblábamos de miedo sólo de pensar que teníamos que caminar por allí para perdernos todavía más de lo que estábamos ya.
De repente Carlos e Illán nos dijeron: -Caminar, sois más lentas que una tortuga-
Nosotras nos cabreamos y corrimos delante de ellos y les hicimos una burla, estuvimos hablando entre nosotros, cuando nos dimos cuenta, habíamos llegado a un pequeño teito en medio del bosque, picamos a la puerta y vimos a una ancianita que nos invitó a entrar y comer, le contamos lo que nos había pasado y nos dejó llamar a los profesores. Cuando nos encontramos los profesores corrimos hacia ellos. Nos quedamos otro día más. Cuando volvimos se lo contamos a nuestros padres, algunos decían que estábamos locos, otros decían que nos faltaba un tornillo. Pero la mayoría de los padre nos dijeron que teníamos una imaginación como un tren. Pero nosotros sabíamos que era verdad.
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